lunes, 15 de julio de 2019

PUAN: una escapada a la infancia

Me escapé a PUAN, la calle de mi infancia  y me preguntaba qué significaba PUAN, la calle donde vivíamos. Mi abuelo era el encargado de dilucidar historias que guardo como reliquias en memorables caminatas soleadas al estilo peripatético, de enseñar paseando. Vuelvo a PUAN, nombre mapuche proveniente de los vocablos EPU-ANTÚ o DOS SOLES según la versión de que un pequeño niño había sido cautivo por los pampas mapuches. El futuro tardaba en llegar, los tiempos eran largos y PUAN no escapaba a la vorágine de la vida moderna convirtiéndose hoy en una Estación de Subte de Buenos Aires Línea A que en mis tiempos de infancia llegaba a la Estación Primera Junta. Tampoco imaginamos, mi abuelo y yo, que en Puan se emplazaría la sede actual de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Muchos jóvenes actualmente dicen "estudio en Puan."  La escapada fue alucinante, al encontrar un pueblo pequeño pero con todas las maravillas de los pueblos bonaerenses partiendo de la Plaza con el monumento a Alsina, rodeada de los edificios  de la Municipalidad, la Iglesia, el Museo Municipal y sobretodo la presencia de un aire de campo que se respira y se disfruta. Lo más maravilloso es caminar la ciudad, la parte baja y la parte alta ya que  las serranías desafían a los más avezados caminantes. PUAN es una invitación al descubrimiento. La laguna tiene playas para los viajeros del agua y amantes de la pesca, el canotaje, vela, esquí etc. y se puede cruzar a la isla, una reserva natural con el ñandú autóctono de la zona. Los atractivos son innumerables y de gran valor turístico. Les recuerdo que en enero se festeja la Fiesta Nacional de la Cebada Cervecera. Adorable PUAN DOS SOLES 

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