FUENTE LA NACIÓN
Sobre redacción de Pablo Mannino
La Provincia de Mendoza potencia el turismo rural en las zonas más alejadas de los centros urbanos con propuestas en las que prevalecen la tradición, la naturaleza y el confort con el complemento de los llamados Caminos del Vino.
La comuna de Lavalle, un destino poco conocido, se caracteriza por una vasta extensión de tierras áridas, el desierto lavallino, que fue uno de los asentamientos aborígenes huarpe ubicado cerca de la Laguna de Huanacache o Guanacache en el límite entre Mendoza y San Juan. El turismo rural es parte de un programa asociativo público privado comandado por la OMT Organización Mundial del Turismo. Se trata del Prototipo Turismo del Vino, que busca colocar a la bodega como centro de difusión de su entorno, una metodología que se desarrolló en La Rioja, España, por primera vez, y continúa en Mendoza. La Directora de Desarrollo Turístico del EMETUR Ente Mendoza Turismo, Cristina Mengarelli, expresó que "buscan rescatar el amor por la tierra, la capacidad emprendedora, el respeto por el uso de los recursos hídricos y la idiosincracia local". Cuatro experiencias que combinan la identidad de Mendoza como el agua y la tierra, la tradición y la cultura auténtica son la base de la propuesta.
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