Fuente: BID- FACTOR TRABAJO 21 de abril 2021
La crisis económica causada por el COVID-19 ha tenido impactos sustanciales en los mercados laborales de América Latina y el Caribe. En este contexto, los compromisos ambientales que los países han asumido en el marco de sus procesos de descarbonización pueden ser una fuente importante de oportunidades laborales y un motor para la reactivación de la economía.
Si bien la recuperación del empleo depende de múltiples factores, se estima que transformaciones en sectores como agricultura, silvicultura, energía, transporte, turismo, construcción y gestión de residuos, que hacen posible la descarbonización durante el proceso de transición hacia una economía de cero emisiones pueden llegar a crear 15 millones de empleos netos en la región al 2030.
Los sectores vinculados a objetivos ambientales tienen un gran potencial para contribuir a la creación de empleo. No obstante, la experiencia internacional indica que, para maximizar los impactos positivos de la transición hacia una economía resiliente y baja en emisiones, se requiere desarrollar una institucionalidad que favorezca a la promoción del empleo formal vinculado a los objetivos ambientales de los países.
CUATRO PILARES DE TRANSICIÓN
1. Generar información del mercado laboral basada en las políticas económicas y ambientales del país,
2. Crear una instancia de coordinación multisectorial para definir metas y prioridades para la promoción de empleos y el desarrollo de habilidades y medidas complementarias de apoyo a la transición hacia una economía con cero emisiones netas
3. Promover mecanismos de coordinación entre el sector productivo y el sistema de formación para el desarrollo de las habilidades demandadas por los sectores verdes.
4. Implementar servicios especializados en los SPE para reasignar la mano de obra hacia sectores verdes emergentes o en crecimiento.
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