Los tiempos fluyen y los lugares cambian, despliegan su belleza y su historia, se convierten en
sitios turísticos maravillosos como nuestro Delta del Paraná. Al Tigre lo
conocí de pequeña sentada en un bote ancho de 4 remos, bajo la cuidadosa destreza de mi padre avezado remero con
quien surcábamos el Lujan, en tiempos cuando los vecinos de los clubes nos
saludábamos de bote a bote y pernoctábamos en algún albergue isleño típico construido
sobre pilotes de madera. Hoy nos escapamos al Tigre actual, a un Tigre que es visitado por
turistas nacionales e internacionales por los atractivos que ofrece. Originalmente la producción de frutas de las islas llegaban a la Estación para su comercialización en Buenos Aires, este movimiento comercial artesanal de los isleños dio origen al actual Puerto de Frutos con cientos de locales que ofrecen productos imperdibles, un verdadero mercado al aire libre. Luego, fascinante desde siempre, la aventura consiste en entregarse al mundo del Delta del Paraná. Los recorridos en tierra y por agua comprenden museos, casonas de familias patricias, clubes de remos en ambas orillas que remiten a los años de la gran inmigración, entre ellos cito al Club de Regatas la Marina ( Foto) donde me crié y conocí el olor a maderamen. Volviendo al agua, se puede llegar a la casa que perteneció a Domingo Faustino Sarmiento en el corazón del Delta. La casa de madera, enteramente ubicada dentro de una estructura de vidrio contiene datos de su vida, un cuadro de Talita la embarcación que utilizaba para trasladarse y otras piezas de la historia del prócer en su lugar de descanso. Todo Tigre nos convoca a escaparnos de Buenos Aires y conocer su historia coloreada de hortensias que se divisan desde los riachos y arroyos, en medio del encanto del silencio del agua.
CLUB DE REGATAS LA MARINA Foto Wikipedia
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