FUENTE LA NACIÓN
Con este título "Bienvenidos a la era del clima exremo: el norte se congela y el sur es un horno" la publicación de La Nación hace referencia a los extremos de calor y de sequía en consenso con los científicos que afirman que cuanto mayores son las emisiones en la atmósfera
de gases de efecto invernadero, más probabilidades de temperaturas
extremadamente altas. Según
la Organización Meteorológica Mundial, los últimos cuatro años fueron los más
calurosos de los que se tenga registro y los 20 años más calurosos tuvieron
lugar en los últimos 22 años. Además, las temperaturas de los océanos rompieron
récords. Respecto a las temperaturas extremadamente bajas que se
registran esta semana en algunas partes de Estados Unidos, marcan un contraste
con la tendencia hacia inviernos más calurosos. Por más extraño que parezca,
también pueden ser la consecuencia del calentamiento global. Las
investigaciones más recientes sugieren que el calentamiento del Ártico está
causando cambios en la corriente en chorro y empujando el aire polar hacia latitudes
inusuales que no suelen estar preparadas para soportarlo. Si bien no todos los cambios climáticos extremos pueden atribuirse al cambio climático, el calentamiento global de la atmósfera aumenta la posibilidad de que se multipliquen los fenómenos extremos. De manera que, según esta fuente, "se vuelve fundamental entender dónde es vulnerable cada comunidad." El calor extremo es el mayor problema tanto en el hemisferio norte como en el sur y parte de la prevención consiste en hacer las ciudades más resistentes al cambio climático.
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