TURISMO PARA DESCUBRIR PAISAJES INÉDITOS
A pocos km de San Luis, un extenso mar blanco quiebra el paisaje de espinillos: son las Salinas del Bebedero. Un mar blanco de 5 km de ancho y 15 km de largo brilla bajo el sol de invierno, la sal se siente en la piel y en la línea del horizonte deslumbra la visión del cielo azul y el enorme manto blanco de sal sobre una porción de tierra puntana. Parvas de sal bajo la luz del sol se extienden frente a nosotros y nos sorprende la belleza inédita del lugar. La brillante extensión de cloruro de sodio surge por una depresión tectónica en la era Cenozoica enmarcada por cuatro fallas geológicas hace millones de años. Para mayor información consultar Welcome Argentina.
FOTOS María Estela Allemand
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