Amigas y amigos, hoy les cuento algo sobre los nidos. Los domingos es un día ideal para hacer turismo rural cercano, a pocos km de Buenos Aires ciudades y pueblos nos llevan por atractivos caminos y parajes desconocidos que invitan a capturar las maravillas de la vida de los pájaros. Yo, particularmente, amo los pájaros y en cada escapada aprendo las técnicas de los nidos. Sigilosamente, respetando su intimidad, descubro los nidos de las lechuzas escondidos en una vasta extensión de terreno verde. La arquitectura en el suelo elegido por sus habitantes sólo me permite divisar un diminuto ejemplar en el calor del hogar, siempre cobijados y atentos a los visitantes curiosos y extraños que merodean por el campo. Los loros, en cambio, se van alto, a los Eucaliptos grandes y construyen una desprolija y enmarañada maraña de ramas y hojas en los troncos más fuertes. Desde abajo se descubren los montículos oscuros en las copas donde habitan en comunidad. En otro punto del camino apacible veo la sólida casa de los de los horneros . . . tiene sala y tiene alcoba . . . y portoncito de entrada con arco!!! Eligen las ramas más bajas y los techos vecinos pero especialmente el alféizar de los ventanales. Un diseño que lleva años y años de práctica ante los avatares naturales. Y los zorzales ? mis cantores preferidos al alba, arman sus nidos muy pacientemente, van y vienen con palitos, hojitas, trocitos de barro, todo lo que sirva para asegurar la casa en algún tirante de las viviendas del barrio, todo lo llevan en el pico y con la paciencia del amor diseñan la canastita donde vivirá la familia. Mamá zorzal empolla los huevos y papá zorzal provee el alimento y observa y espera desde un punto distante el gran día cuando rompen el cascarón y suena entre silbos y sones la fiesta de saltar al mundo !!!
ALATUR
I love birds
María Estela Allemand
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